Yo nací en octubre, 1972. El nació en abril, 1974. No recuerdo ni un solo día de mi vida en el que Alvarito no estuviera. Digo que es mi hermano "más hermano" porque no tuve chance de cuidarlo. A mis otros hermanitos, ya nacidos cuando yo tenía la madura edad de 4 años, 6 años y 8 años, a ellos, sí los pude cuidar.
Alvarito siempre estuvo ahí, era mi contraparte. Yo la hembra, él el varón. Mientras yo miraba hacia arriba, hacia mi mamá, abuela y bisabuela (un lujo de matriarcado) para ver como era eso de ser mujer, el miraba en muchas direcciónes. Mi padre le enseño a ver a las estrellas, a apreciar la música y a nada más. Mis abuelos ausentes, y mis bisabuelos, muy breves, no le enseñaron mucho. Los tíos eran jovenes y no sabían que podían enseñar...
Mi hermano más hermano por un tiempo estuvo muy solo porque estuvo muy mal acompañado. Por mucho tiempo se rodeo de todos aquellos que por estar en peor condición lo hacían ver bien. Poco a poco aprendió a escoger, puso su atención y si cariño en relaciones que valían la pena. Evidencia se encuentra en la procesión de gente que todavía lo extraña. Su defecto en aquel entonces era que todos le importaban igual de mucho. No tenía una escala de amor. Hasta que nació mi sobrina. Entonces todo se dimensionó. Se dió cuenta de que ya habia encontrado al amor de su vida, y que ahora sus dos mujeres eran lo más importante. Por primera vez estuve completamente orgullosa de mi hermano más hermano. Luego cuando nació mi sobrino, él ya sabía amar con dedicación.
Todavía no sé exactamente lo que es vivir sin él. No he visto la casa vacía de él, la familia vacía de él, la ciudad vacía de él, el país vacío de él... A menudo lo busco y no lo encuentro. Y en eso recuerdo. No está allá. Sólo aquí. En la parte de él que nació y creció en mí. La parte que nunca había echado de menos por ser tan instrínseca a quien soy.
Hoy no lo voy a poder llamar, hoy no le voy a poder cantar. Pero hoy es sólo uno de muchos días. Hoy es sólo una fecha. La vida se cumple diariamente, no solo cada año.